¿Cómo proteger la seguridad de mi correo electrónico?
Las malas prácticas en seguridad informática o la falta de atención pueden dar lugar a que el correo sea hackeado, o se convierta en una puerta vía a la entrada de malware en tu ordenador.
En tu correo electrónico está prácticamente todo: las comunicaciones con tus clientes, datos de usuario y contraseña que no has borrado y que deberías haber borrado, archivos adjuntos que almacenamos ahí para no tener que contratar un servicio de almacenamiento de pago…
En este post veremos algunos consejos de seguridad para proteger tu cuenta de correo electrónico.
1. No almacenes datos como usuarios y contraseñas
Con frecuencia recibimos en nuestro correo información de usuarios y contraseñas. Aunque algunas marcas ya se han preocupado para no mandar esta información en ningún caso (lo que hacen es llevarte a una página para crear una contraseña nueva), lo cierto es que otras muchas siguen enviando estos datos al correo.
Es verdad que podemos cifrar nuestros correos y no pueden ser detectados por ningún cibercriminal. Pero lo cierto es que, si por algún medio, un cracker consigue entrar en tu correo electrónico, tus datos están a su merced. Lo que significa que podrá entrar en todas las cuentas de usuario que hayas creado en otras páginas, además de que bien puede darle a «recordar contraseña» en cualquiera de esas webs.
2. No le digas a tu navegador que recuerde la contraseña
A menudo le indicamos a nuestro navegador que guarde la contraseña del correo electrónico. De ese modo, pensamos, ya no tendremos que escribirla la próxima vez y podremos entrar con tranquilidad. Sin embargo, es un gran riesgo si llegara el caso en que tu ordenador fuera infectado por malware.
Incluso si se instala algún complemento no deseado en Firefox o Chrome, lo cierto es que esa contraseña guardada en el navegador es muy fácil de conseguir. Evita por tanto esta práctica y trata de retener tu contraseña en la memoria.
3. No publiques tu correo electrónico en una web
Es verdad que en muchos casos será necesario dar un correo electrónico por Internet. Pero si quieres evitar que te llegue un montón de spam, lo mejor es no escribir directamente la dirección. Es decir, no pongas tucorreo@gmail.com directamente. Hay otras formas de dar tu correo sin que pueda ser tan fácilmente detectable para un programa.
Por ejemplo, puedes escribir tucorreo[arroba]gmail[punto]com. Se entiende de la misma forma, y sin embargo, una máquina no puede detectarlo con tanta facilidad que utilizando el arroba.
4.No abras correos spam… ni siquiera de conocidos
Sin duda alguna los e-mails de personas conocidas son el mejor cebo para ser víctima del malware. A lo mejor esta persona no lo ha hecho intencionadamente. Es que ella misma ha sido víctima de algún tipo de malware o táctica spam, por lo que este mensaje se ha generado de forma automatizada.
Los correos spam genéricos son fáciles de detectar. En muchos casos, cumplen con algunos requisitos evidentes:
- Están escritos en otro idioma diferente al tuyo.
- Tienen algunos errores porque se han traducido con un traductor online.
- Son correos que no tienes ninguna necesidad de recibir; siempre mensajes sospechosos de gente que no conoces y que no viene a cuento.
- Muchos de esos mensajes llevan archivos adjuntos o enlaces a webs; lo más peligroso de todo el e-mail.
Consejos para proteger tu email
El correo electrónico es una fantástica herramienta que te ofrece muchas posibilidades, tanto en el trabajo como en la casa, pero tienes que ser precavido cuando lo uses. Por tanto, cúrate en salud y aplica las siguientes recomendaciones.
- Asegúrate de utilizar una contraseña robusta y segura, que no sea la misma que usas en otro servicio.
- Activa la verificación de dos pasos para añadir una capa extra de seguridad en el proceso de autenticación.
- Evita facilitar información que pueda comprometer tu privacidad. En caso de que no tengas otra opción, cifra o comprime los archivos con una contraseña que solo conozcan el destinatario del correo y tú.
- No abras correos de usuarios desconocidos y elimínalos: pueden contener archivos con programas maliciosos o que suplantan la identidad de alguna entidad.
- Aunque el remitente del correo sea conocido, si el mensaje te resulta sospechoso, consulta directamente a la persona para confirmar que no han falseado su dirección de correo.
- No te olvides de realizar una copia de seguridad para que no pierdas información de valor si surge un problema con el servidor de correo.
Comentarios
Publicar un comentario